El territorio
El territorio

El territorio

La definición de un espacio geográfico

El estudio del territorio constituye el antecede directo de los objetivos que hoy se engloban dentro de ‘Construyendo Tarteso’. La ejecución de los proyectos de investigación: ‘Prospección arqueológica y SIG entre la cuenca media del Guadiana y el valle de la Serena: estudio comparativo y evolución histórica del territorio’ y ‘Estudio arqueológico comparativo entre los territorios periféricos de Tarteso: los valles del Guadiana y el Tajo’, así como de las labores de prospección que se insertan en los mismos, nos permiten a día de hoy tener una visión clara de cómo se estructuraba el poblamiento del valle medio del Guadiana durante la I Edad del Hierro.
Este espacio geográfico, a caballo entre el atlántico y el mediterráneo, presenta un característico sistema de ocupación encabezado por los denominados edificios tartésicos ocultos bajo túmulo, una particular categoría de asentamiento exclusiva de este espacio geográfico. Se trata de grandes construcciones de tierra de clara influencia oriental, localizadas en las proximidades del Guadiana, justo en la confluencia entre éste y alguno de sus principales afluentes, que una vez abandonadas y amortizadas son enterradas quedando ocultas bajo un túmulo artificial que les ha permitido pasar desapercibidas en el paisaje hasta nuestros días. Lamentablemente, el hecho de que el valle del Guadiana esté dedicado desde los años 50 del pasado siglo a la agricultura de regadío ha favorecido la destrucción de muchos de estos enclaves, hoy desaparecidos. A esta categoría de asentamiento pertenecen yacimiento como Cancho Roano, La Mata o Casas del Turuñuelo.
El control del territorio parece recaer sobre el único asentamiento en altura localizado hasta la fecha, el yacimiento del Tamborrio (Villanueva de la Serena, Badajoz). Ubicado en una elevación justo en la confluencia entre los ríos Guadiana y Zújar, su posición le permite tener un excepcional control del territorio y de las vías de comunicación. Las excavaciones realizadas en este enclave han permitido documentar la existencia de una zona de acrópolis en la parte más elevada, un área de almacenaje en la ladera norte de la elevación y una muralla en la que se distinguen dos fases constructivas que permiten fechar la fundación del yacimiento a finales del s. VII a.C.
La estructura del territorio se completa con los asentamientos en llano tipo aldea o granja. Se trata de pequeños enclaves repartidos por el territorio, posiblemente dependientes de los edificios tartésicos ocultos bajo túmulo, encargados de la explotación de los recursos del entorno en el que ubican, principalmente la ganadería y la agricultura. Entre los ejemplos excavados contamos con el poblado de El Palomar (Oliva de Mérida), hasta la fecha el de mayor extensión de los conocidos, o los casos del Cerro de la Barca-Torruco (Villanueva de la Serena) y Cerro Manzanillo (Villar de Rena).
En el centro del territorio comprendido por el Guadiana Medio se concentran las necrópolis. Este espacio ha sido caracterizado como un auténtico paisaje funerario, pues en él se localizan todas las necrópolis conocidas hasta la fecha adscritas a yacimientos de la I Edad del Hierro del Guadiana Medio: la necrópolis de Medellín, la de Mengabril y Valdelagrulla. El hecho de que este espacio no cuente con un yacimiento en sus proximidades y la homogeneidad y riqueza de sus tumbas ha llevado a los investigadores a pensar en la posibilidad de que se trate de un espacio de enterramiento comunitario en el que los habitantes de todo el Guadiana Medio, encabezados por los encargados de controlar los edificios bajo túmulo, enterrasen a sus difuntos.
Este modelo territorial se mantuvo sin apenas transformaciones desde su aparición, a finales del siglo VII a.C., hasta el abandono de todos los enclaves a finales del siglo V a.C., es decir, casi dos siglos de duración, lo que certifica el buen funcionamiento tanto social y político, como económico del modelo. Explicar por qué los yacimientos fueron abandonados y los edificios ocultados intencionalmente es una pregunta que todavía la investigación no ha sido capaz de resolver. Tradicionalmente se ha aludido a la llegada de los pueblos del norte, posiblemente celtas, como consecuencia de la transformación que sufre el territorio alrededor del 400 a.C. Lo cierto es que no hay signos de violencia que permitan justificar esta hipótesis, razón por la cual ahora exploramos nuevas líneas de trabajo, como la existencia de un posible cambio climático, que explique la caída de un sistema que funcionó durante casi 200 años. 

Esquema de los yacimientos estudiados
Mapa de la ubicación de los principales yacimientos
Modelo en el que se sitúa la necrópolis de El Pozo (Medellín, Badajoz) ante los diferentes eventos de inundación previstos.
Cañada de la Virgen
Casa de la Barca
Casas del Turuñuelo
Turuñuelo de Mérida
Huerta de Don Mateo
La Aliseda
Lácara - Vista desde el Sur
Las Lomas - Perfil ladera Oeste
Las Madalenas - Vista general desde el Sur
Miraflores
Villagonzalo - Vista general desde el Sur